Ingredientes:
2 kilos de mejillones
1 kilo de patatas
2 puerros hermosos
1 zanahoria grande
1 cebolla
1 vaso de leche
1 vaso de nata líquida
mantequilla
aceite
1 vasito de vino blanco
agua o caldo de pescado
laurel
molinillo de pimientas
estragón
Preparación:
Se cuecen al vapor los mejillones, con el vino y un poco de agua, un chorrito de aceite y una hoja de laurel. En cuanto se abran, se retiran del fuego, se sacan, se les quita la concha y se parten en trozos no demasiado pequeños. Se cuela el caldo que han soltado y se reserva.
Aparte, en la cazuela donde se vaya a hacer el guiso, se va calentando mantequilla suficiente para sofreír los puerros, la cebolla y la zanahoria picadas muy finitas. Una vez rehogadas las verduras, les añadiremos las patatas peladas y troceadas a cuadritos menudos y les daremos unas vueltas. Ha llegado el momento de incorporar el líquido de la cocción de los mejillones. El líquido debe cubrir apenas a las patatas: si no hay suficiente, se puede añadir agua o caldo de pescado (atención: el líquido de los mejillones será bastante salado, así que mejor usar un caldo sin sal). Se hierve todo junto hasta que las patatas estén blandas.
Llegado ese momento, se apaga el fuego y se incorporan los mejillones, la leche, la nata, la pimienta y el estragón, se da unas vueltas, se deja reposar unos minutos y se sirve.
2 kilos de mejillones
1 kilo de patatas
2 puerros hermosos
1 zanahoria grande
1 cebolla
1 vaso de leche
1 vaso de nata líquida
mantequilla
aceite
1 vasito de vino blanco
agua o caldo de pescado
laurel
molinillo de pimientas
estragón
Preparación:
Se cuecen al vapor los mejillones, con el vino y un poco de agua, un chorrito de aceite y una hoja de laurel. En cuanto se abran, se retiran del fuego, se sacan, se les quita la concha y se parten en trozos no demasiado pequeños. Se cuela el caldo que han soltado y se reserva.
Aparte, en la cazuela donde se vaya a hacer el guiso, se va calentando mantequilla suficiente para sofreír los puerros, la cebolla y la zanahoria picadas muy finitas. Una vez rehogadas las verduras, les añadiremos las patatas peladas y troceadas a cuadritos menudos y les daremos unas vueltas. Ha llegado el momento de incorporar el líquido de la cocción de los mejillones. El líquido debe cubrir apenas a las patatas: si no hay suficiente, se puede añadir agua o caldo de pescado (atención: el líquido de los mejillones será bastante salado, así que mejor usar un caldo sin sal). Se hierve todo junto hasta que las patatas estén blandas.
Llegado ese momento, se apaga el fuego y se incorporan los mejillones, la leche, la nata, la pimienta y el estragón, se da unas vueltas, se deja reposar unos minutos y se sirve.
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