La pasta y su mundo

La pasta y su mundo
De unico coquendi modo

jueves, 18 de febrero de 2010

Pastelitos de limón




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Para la masa:

250 gr de mantequilla ablandada
Media taza de azúcar
2 tazas de harina
una pizca de sal

Para el relleno de limón:

6 huevos a temperatura ambiente
2'5 tazas de azúcar
2 cucharadas de ralladura de limón
1 taza de zumo de limón
1 taza de harina

Azúcar glass para espolvorear


Primero se hace la base: Se bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté cremosa. Se mezcla con la harina y la sal. Se mezcla sólo hasta que se vea todo unido, pero no más. Esta masa se extiende, con las manos enharinadas, en el fondo de una bandeja de horno bien engrasada, apretando bien. Poner 20 o 25 minutos en el horno precalentado a 180º, o hasta que esté ligeramente dorado. Esto dependerá de cada horno.
Después se saca y se deja enfriar.

Mientras tanto se prepara el relleno: se baten los huevos, el azúcar, la harina, el zumo y la ralladura de limón. Se vierte sobre la base y se pone en el horno unos 40 minutos.

Cuando se enfríe corta en cuadraditos y se espolvorea con azúcar glass.

Buena receta para dar salida al 'surplus' de limones del patio, porque además los pastelitos salen ricos, ricos, con el saborcito de la mantequilla y del limón. Mmmm!



domingo, 7 de febrero de 2010

Pastel de zanahorias y champiñones

Ingredientes:

2 tazas de cebolla picada (unos 250 grs.)
2 cucharadas de mantequilla (unos 30 grs.)
2 ó 3 cucharadas de aceite
450 gr. de champiñones laminados
1,5 cucharaditas de sal
1 cucharadita de albahaca
1 cucharadita de tomillo
1 cucharadita de eneldo
3 ó 4 ajos picados
6 tazas de zanahoria rallada (unos 600 grs.)
2 tazas de migas de pan
1 taza de queso cheddar rallado (unos 120 grs.)
3 huevos batidos
pimienta negra al gusto
Para la cobertura: más eneldo, más migas de pan, más cheddar rallado y semillas de sésamo.

  1. En una cazuela grande refreir la cebolla en el aceite y la mentequilla durante unos 5 minutos. Añadir los champiñones, la sal, las hierbas y el ajo y continuar pochando otros 10 minutos.
  2. En un bol grande mezclar las zanahorias, las migas de pan, el queso, los huevos y la pimienta. Añadir el salteado de champiñones y mezclar bien. Extender en un recipiente engrasado y espolvorear la cobertura. Cubrir con papel de aluminio y meter al horno precalentado a 175ºC
  3. Hornear (calor arriba y abajo) durante 35 minutos tapado y durante otros 15 sin tapar. Servir caliente.

Nota: el pan, el queso, y las zanahorias los he rallado con el accesorio picador de la batidora. Quedan muy bien así.

sábado, 6 de febrero de 2010

Gougères






200 g de harina
100 g de mantequilla
4 huevos
150 g de queso gruyère
250 ml de agua
1 pellizco de sal
pimienta y nuez moscada


Precalentar el horno a 200º. Poner en una cazuela el agua, la mantequilla cortada en trocitos y la sal. Llevar a ebullición. Cuando hierva, separar del fuego y verter la harina en una sola vez. Remover enérgicamente con una cuchara de madera hasta formar una masa homogénea.

Volver a poner al fuego un par de minutos hasta que la masa se seque un poco. Apartar del fuego y dejar enfriar un rato.

Después añadir los huevos uno por uno, removiendo con la cuchara de madera. Es muy importante hacer que cada huevo se integre perfectamente en la masa antes de añadir el siguiente. Cuando hemos terminado con los cuatro huevos, añadir el queso, pimienta y nuez moscada.

Finalmente, con una cucharilla de café o con una manga pastelera, formar unas bolas e irlas poniendo en una bandeja de horno cubierta con papel. Hay que ponerlas un poquito separadas, porque crecen.

Al horno 25 minutos.

El queso gruyère se puede sustituir por emmental u otro que nos guste.
Se pueden comer solas, o haciéndoles una raja en el centro para rellenarlas de foie gras, o de paté, o de mantequilla. A la niña como más le gustan es calentitas y untadas con queso crema. En fin. Qué buenas.

Bon appétit!

lunes, 1 de febrero de 2010

Salmón marinado. Bacalao marinado





1 lomo de salmón

1 kg de sal gorda

1 kg de azúcar moreno (blanco para el bacalao)

1 tarrito de eneldo


Se mezclan muy bien la sal, el azúcar y el eneldo. Con esta mezcla se forma una cama lo suficientemente grande como para que todo el salmón esté en contacto con la mezcla.
Antes de utilizar el salmón habrá que quitarle las espinas. Ésta es una operación muy fácil: este pescado tiene una línea de espinas grandes que corre a lo largo del lomo, en el centro de éste. Basta con pasar los dedos por encima para notar cada una de las espinas, que saldrán fácilmente con una pinza. Las partes duras y las espinas de la barriguera (si las tuviera) se cortan con las tijeras.

Una vez listo, se coloca el salmón encima de la mezcla de azúcar, sal y eneldo, con la piel hacia abajo, y se cubre completamente con el resto de la mezcla, apretando bien. Se deja reposar de 36 a 48 horas, quitándole de vez en cuando el líquido que suelta. El tiempo dependerá del tamaño del salmón. A mí me gusta menos seco y no lo dejo más de 36 horas, porque por la parte más fina de la cola se seca bastante.

Al cabo de este tiempo se saca de la sal, se enjuaga con agua y se seca bien. Se corta en lonchitas finas con un cuchillo jamonero y se van colocando en un recipiente. Finalmente se cubren las lonchas totalmente de aceite hasta la hora de servir.

Es preferible hacerlo con un par de días de antelación (lo cual no es poca ventaja cuando estás planeando una cena con invitados). A mí como más me gusta es en tostadas con queso Philadelphia.

En el frigorífico se mantiene más de una semana si está bien cubierto de aceite.

Como es pescado crudo, habrá que congelarlo antes de consumir. En mi opinión, lo mejor es, una vez marinado, y antes de meter el salmón en aceite, hacer unos paquetitos con la cantidad que creamos que vamos a consumir, y congelarlos envueltos en plástico de cocina. Descongelar y cubrir de aceite.

Y a disfrutar.


Para marinar el BACALAO se procede exactamente igual, pero con azúcar blanca, y dejándolo marinar sólo 12 horas, porque el bacalao suele ser más pequeño que el salmón. Pero si nos pasamos de tiempo, tampoco pasa nada. Está igual de rico; es decir: muy rico.